Paciencia cero....
En una sumatoria de desgracias, ese martes fue el primer día del resto de mi madures tardía, estaba descalzo sobre un piso frío de piedra sin ningún bagaje perecedero de existencia simulada.En primera persona el recuerdo de la infancia feliz repletas de carencia remplazo la coexistencia de las deudas corporativas que martirizaba mis estados de cuentas bancarias ; enredado en una ensoñacion marina como un cursi libreto de mitología que demolía cualquier tedio de apurar los tiempos .Después que encontré los elementos dispersos de mi pasado pude ver el presente y seguir mis huellas desmistificando ciertas resonancias que el imaginario colectivo tenia sobre mi futuro laboral. Y como toda historia parece enhebrar los acontecimientos ajenos con los propios y transfórmalos en algo mucho mas profundo que hasta el azar de las repeticiones teme haber caído en el mismo infierno.....Como erradicar una angustia que no existe cuando en realidad son otras las cuentas a pagar y las cuales ni siquiera yo se quien las genero.Mi padre decía que nada pasa el séptimo año, ni lo malo ni lo bueno; si ambas sobreviven mas allá de ese lapso, es tu cuerpo quien se rinde....En mi caso fue mi voluntad quien se rindió a seguir esperando el desenlace del séptimo año y en el quinto me eyecte.....Sin siquiera volver a leer el diario de la rabia autobiográfico para asegurarme que no me estaba equivocando...decidí renunciar a seguir.
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